En la
mitología griega,
Equión era uno de los cinco supervivientes de los muchos
espartos que nacieron de los dientes de un
dragón sembrados por el rey
Cadmo. Se casó con
Ágave, hija de Cadmo, con la que tuvo a
Penteo. Se decía que había dedicado un templo a
Cibeles en
Beocia y que ayudó a Cadmo a construir
Tebas. También tuvo una hija, Epiro, en cuyo honor fue bautizado el país homónimo.