El
Evangelio de Pedro es un
evangelio apócrifo que se conoce sólo fragmentariamente, gracias a un manuscrito hallado en
Egipto en el invierno de 1886-87. Escrito en primera persona, el narrador se identifica como
Simón Pedro (versículo 60), aunque los estudiosos actuales descartan que pudiera ser efectivamente escrito por el apóstol. Sólo se conserva de este relato la parte correspondiente a la Pasión y Resurrección de Cristo, con importantes diferencias con respecto a la narración de los
evangelios canónicos. Aunque hay quienes retrotraen su fecha de composición hasta el año 70, con lo cual sería aproximadamente contemporáneo de los
evangelios sinópticos, la mayor parte de los investigadores lo sitúa en la primera mitad del siglo II.