El siglo XVIII, también denominado «siglo de las luces», se caracterizó por el florecimiento de las ciencias y, en concreto, de la
botánica. En
España, este interés cristalizó en la organización de una serie de expediciones científicas en la segunda mitad del siglo a fin de estudiar los posibles aprovechamientos de la naturaleza americana. Con la llegada del rey
Carlos III, estas expediciones se multiplicaron. En 1777 se organizó una
expedición botánica al Virreinato del Perú, cuyo territorio comprendía los actuales
Chile y
Perú, bajo el liderazgo de
Hipólito Ruiz López. Junto con él fueron el médico francés
Joseph Dombey, el farmacéutico
José Antonio Pavón y Jiménez y los ilustradores de plantas José Brunete e Isidro Gálvez. En 1784, tras una serie de desaveniencias con Ruiz, abandonó la expedición Dombey; ese mismo año se unieron el español
Juan José Tafalla Navascués, en calidad de agregado botánico, y el dibujante Francisco Pulgar.