Se denominan
gases de efecto invernadero (
GEI) o
gases de invernadero a los
gases cuya presencia en la
atmósfera contribuyen al
efecto invernadero. Los más importantes están presentes en la atmósfera de manera natural, aunque su concentración puede verse modificada por la actividad humana, pero también entran en este concepto algunos gases artificiales, producto de la
industria. Esos gases contribuyen más o menos de forma neta al efecto invernadero por la estructura de sus
moléculas y, de forma sustancial, por la cantidad de moléculas del gas presentes en la atmósfera. De ahí que por ejemplo, el
SF6, sea una eficaz molécula de EI, pero al ser escasa su contribución es absolutamente ínfima al EI.