La
gastronomía de Serbia posee la influencia directa de la
cocina mediterránea, en especial: la
cocina griega, la
cocina turca y la
húngara, lo que le confiere un carácter puramente heterogéneo. La cocina serbia es una mezcla de diversas tradiciones y se puede notar en las diversas
golosinas tales como los koljivo,
baklava, el štrudla y la
sachertorte que conviven en perfecta armonía. En los tiempos recientes la diáspora serbia ha empezado a divulgar a lo largo del mundo algunos sus más típicos platos.