Un
generador termoeléctrico de radioisótopos o
RTG (siglas de su denominación en inglés
Radioisotope Thermoelectric Generator) es un
generador eléctrico simple que obtiene su energía de la liberada por la
desintegración radiactiva de determinados elementos. En este dispositivo, el
calor liberado por la desintegración de un material radiactivo se convierte en
energía eléctrica directamente gracias al uso de una serie de
termopares, que convierten el calor en electricidad debido al
efecto termoeléctrico en la llamada
unidad de calor de radioisótopos (o RHU en inglés). Los RTG se pueden considerar un tipo de batería y se han usado en
satélites, sondas espaciales no tripuladas e instalaciones remotas que no disponen de otro tipo de fuente eléctrica o de calor. Los RTG son los dispositivos más adecuados en situaciones donde no hay presencia humana y se necesitan potencias de varios centenares de
vatios durante largos períodos, situaciones en las que los generadores convencionales como las
pilas de combustible o las
baterías no son viables económicamente y donde no pueden usarse
células fotovoltaicas.