El
gimnasio en la Antigua Grecia era una institución dedicada a la instrucción física y espiritual. También funcionaba como una instalación de entrenamiento para competidores en juegos públicos. Era también un lugar para socializar y para encontrar grupos con los cuales se compartieran ideas. El nombre proviene del
griego gymnos, que significa
desnudez. Los
atletas competían desnudos, una práctica para dar mayor realce a la belleza de la figura masculina y femenina, además de como tributo a los dioses. Algunos
tiranos temieron que las instalaciones del gimnasio se volvieran un lugar de
pederastía entre aquellos que acudían a él. La
Gimnasia y la
Palestra estaban bajo la protección de
Heracles,
Hermes y, en
Atenas, de
Teseo.