En la Antigua Grecia, el gorgoneion (griego: Γοργόνειον) originalmente era un amuletoapotropaico que inducía horror al mostrar la cabeza de la Gorgona. Estaba relacionado con las deidades de Zeus y Atenea; se dice que ambos habrían llevado un pendiente con este motivo. También era un aegis real popular, tal como se muestra por ejemplo en el mosaico de Alejandro y el cameo Gonzaga.