La
gramática del español es muy similar a la de las demás
lenguas romances, aunque en su aprendizaje muchos estudiantes extranjeros del idioma aseguran que rasgos como el abundante uso del
modo subjuntivo, la diferencia entre los verbos
ser y
estar y el uso preciso de las
perífrasis verbales y la
fraseología les resultan especialmente difíciles de dominar.