La
Gran Redada, también conocida como
Prisión general de gitanos, fue una persecución autorizada por el rey
Fernando VI de España, y organizada en secreto por el
Marqués de la Ensenada, que se inició de manera sincronizada en todo el territorio español el miércoles
30 de julio de
1749 con el objetivo declarado de arrestar, y finalmente «extinguir», a todos los
gitanos del reino.