Herculano (en italiano,
Ercolano) era una antigua ciudad romana de la región de la
Campania,
sur de Italia. En su tiempo fue más pequeña, pero sus más mundanos comerciantes y mercaderes, más ricos, cultos e intelectuales que la élite de la vecina
Pompeya. Es conocida por haberse conservado, al igual que
Pompeya, enterrada en las cenizas de la erupción del
Vesubio del
24 de agosto del año
79d.C. Muchos de sus habitantes perecieron debido al
flujo piroclástico de la erupción. Como la ciudad estaba más cerca del volcán que Pompeya, la alcanzó a una temperatura superior, por lo que las víctimas fueron reducidas al instante a esqueletos abrasados (en Pompeya, al contrario, la ceniza se endureció alrededor de los cuerpos que conservaron la carne, que al pudrirse dejaba la forma hueca; desde 1860 empezaron a rellenarse con yeso para crear los famosos moldes) Fue declarado
Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco, junto con Pompeya y otros yacimientos arqueológicos de la zona, en
1997.