El país de
Gales o
Cymru (en
galés) ha sido habitado por el hombre moderno desde hace al menos 29.000 años, aunque los asentamientos estables en el territorio no aparecerían hasta la última
Edad de Hielo. En Gales hay muchos yacimientos y restos del período
Neolítico (principalmente
dólmenes y
crómlechs), así como restos posteriores de la
Edad de Bronce y de la
Edad de Hierro. La historia escrita de Gales comienza con la llegada de los
romanos, que realizaron varias campañas contra la tribu de los Deceanglos en el nordeste del actual Gales en el año
48. Dos de las mayores tribus británicas, los Siluros y los Ordovicos, se resistieron al dominio romano durante algunos años, pero finalmente los Ordovicos fueron sometidos en
79. Las tribus británicas de la época prerromana ocupaban el territorio actual de Gales, pero también partes de [Inglaterra]] y el sur de
Escocia, en lo que se organizaría en la provincia romana de
Britania hasta la retirada de las legiones romanas a comienzos del
siglo V. En los siglos siguientes en el territorio de Gales se formarían pequeños reinos como
Gwynedd y
Powys, al mismo tiempo que los británicos se convertían al cristianismo.