La
Iniciativa Ciudadana Europea es el mecanismo que permite a los
ciudadanos de la
Unión Europea presentar iniciativas invitando a las instituciones y a la
Comisión a legislar sobre determinados temas e influir así en sus políticas. La Iniciativa Ciudadana Europea se presentó en el marco del
Tratado de Lisboa y entró en funcionamiento el 1 de abril de
2012, convirtiéndose en la primera forma de participación ciudadana directa en una instancia supranacional.