Los
yurchen fueron un pueblo
asiático que habitó la región en torno al río
Amur, que en la actualidad marca la frontera oriental entre
Rusia y
China. Los yurchen, pueblo de lengua
tungús, pasarían a ser conocidos a partir del
siglo XVII por el nombre de
manchúes. La identidad nacional manchú fue una creación de
Hung Taiji, gobernante yurchen que heredó el Estado unificado por su padre
Nurhaci y que estableció la última dinastía imperial china, la
dinastía Qing. Debido a su condición de tierra originaria de los yurchen o manchúes, el extremo nordeste de China pasaría a conocerse con posterioridad como
Manchuria.