Cináed mac Ailpín (después del 800–
13 de febrero de
858) (anglicanizado como
Kenneth MacAlpin) fue
rey de los Pictos y, siguiendo los
mitos nacionales, el primer
rey de Escocia. El legado indiscutible de Cináed fue el producir una dinastía de dirigentes que se proclamaban descendientes suyos. Si bien no puede serle dado el título de padre de Escocia, sí fue el fundador de la dinastía que gobernó el país durante casi todo el periodo medieval.