La
lámpara fluorescente compacta o
lámpara fluocompacta (LFC) es un tipo de lámpara que aprovecha la tecnología de los tradicionales
tubos fluorescentes para hacer lámparas de menor tamaño que puedan sustituir a las
lámparas incandescentes con pocos cambios en la armadura de instalación y con menor consumo. La luminosidad emitida por un fluorescente depende de la superficie emisora, por lo que este tipo de lámparas aumentan su superficie doblando o enrollando el tubo de diferentes maneras. Otras mejoras en la tecnología fluorescente han permitido asimismo aumentar el rendimiento luminoso desde los 40-50
lm/
W hasta los 80 lm/W. También la sustitución de los antiguos
balastros electromagnéticos por balastros electrónicos ha permitido reducir el peso y el característico parpadeo de los fluorescentes tradicionales.