Según el libro del
Éxodo, el
maná (
hebreo:מן) era el pan enviado por Dios a los israelitas todos los días durante los cuarenta años que estos deambularon por el desierto. Los israelitas lo llamaron así al expresar: «¿Qué es esto?». Lo recibían todos los días, menos el séptimo,
sábado, por lo cual debían recolectar doble ración el sexto día, es decir un gomer por cabeza (Éxodo 16:22). También se encuentran referencias en
midrashes judíos de que el maná tenía el sabor y la apariencia de aquello que uno más deseaba. En el Arca de la Alianza se conservaba una muestra de dicho alimento. El maná también se menciona en el
Corán, en las
azoras al-Baqara, al-Araf y Ta ha, en las que se caracteriza el maná como uno de los milagros con los cuales Dios favoreció a los israelitas.