En
tauromaquia, se denomina
muleta a un
instrumento de torear que consiste en un paño o tela de color rojo con el que el
matador de toros templa y encauza la embestida del
toro durante el último tercio de la
lidia. Va montada sobre un palillo de madera de haya, llamado
estaquillador, que le da forma y la sostiene. Es una herencia del lienzo o sábana blanca que se usaba en la primitiva tauromaquia. La muleta también recibe otros nombres, como
franela,
pañosa,
muletilla o
lienzo. Su tamaño puede variar según la envergadura y gustos del matador, así como su peso y consistencia, en función de las circunstancias. Lo normal es que, armada con el
estoque, arrastre ligeramente por el suelo.