La órbita de la Luna está inclinada 5° 9' respecto a la
Eclíptica, a la que corta en dos puntos llamados
Nodos ascendente y descendente. Si los
nodos estuviesen fijos, el
Sol los atravesaría cada medio
año, y si coincidiese la proximidad del paso con una
sicigia, se produciría un
eclipse. Los eclipses ocurrirían siempre en las mismas
constelaciones zodiacales. Pero esto no es así: los nodos retrogradan sobre la Eclíptica, dando una vuelta en 18,6 años.