Un
pródigo, en
Derecho, es la
persona que dilapida su propio
patrimonio de forma reiterada e injustificada en detrimento de su propia familia y los alimentos que debe satisfacerle. El pródigo, como tal, debe ser declarado por un
juez competente mediante una
sentencia judicial firme. Se le designará un
curador, de entre los integrantes de la sala, para que el mismo autorice los actos de disposiciones.