Durante el último período celta y los primeros tiempos históricos, la
Isla de Irlanda fue dividida en
provincias, sustituyendo el sistema anterior, basado en los
tuatha. Las cuatro provincias son:
Al principio hubo cinco provincias, pero con el paso del tiempo la más pequeña,
Meath, fue absorbida por Leinster. Durante la edad dorada de Irlanda, las provincias eran poco más que reinos vagamente federados con fronteras bastante flexibles. En tiempos modernos, las provincias se asocian a condados específicos.