La
rebelión huilliche de 1712 fue un alzamiento armado de los indígenas
huilliches de
Chiloé en contra de los
encomenderos españoles. Comenzó a principios de febrero de 1712 y fue sofocada una semana más tarde por medio de combates y matanzas. Significó la muerte de varios cientos de huilliches, de unas decenas de españoles y trajo como consecuencia un importante cambio demográfico en el centro del archipiélago y una baja en la actividad económica del territorio, que dependía del trabajo indígena. En el largo plazo acarreó la promulgación de las
ordenanzas de Casa Concha y una tensión entre indígenas y españoles que concluyó solo con el fin de la encomienda en Chiloé, siete décadas más tarde.