El
rotoscopio es una
máquina que permite a los
animadores diseñar imágenes para
películas de animación, tradicionalmente películas de
dibujos animados, aunque puede usarse para ciertos
efectos especiales (como los
sables láser de la película
Star Wars, de 1977). Aplicado a un dibujo animado consiste, esencialmente, en reemplazar los
fotogramas de una
filmación real por dibujos «calcados» sobre cada fotograma. Así se transmite al dibujo la naturalidad y secuencialidad de movimientos, expresiones, luces, sombras y proporciones propias de la filmación original que sirvió de base para la animación. A la técnica de animación mediante el uso de un rotoscopio se la llama «rotoscopia», «rotoscopiado» o «rotoscopado». El soporte de fotogramas original sobre el que se trabaja en un rotoscopiado es, en el cine tradicional, una lámina de celuloide transparente (en inglés, un , apócope de «celuloide»).