En el transcurso de las
guerras civiles argentinas, hubo al menos cinco oportunidades en que el centralismo se enfrentó al federalismo en las provincias del "Interior", esto es, las que no tenían salida al mar ni a los grandes ríos. En tres de ellas, los nombres que se dan generalmente a los partidos beligerantes eran
partido unitario y
partido federal. La segunda de estas guerras ocurrió entre
1828 y
1831, y los bandos enfrentados se alineaban en la
Liga del Interior y las provincias firmantes del
Pacto Federal.