Se le llama
seis grados de separación a la hipótesis que intenta probar que cualquiera en la
Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces), algo que se ve representado en la popular frase «el mundo es un pañuelo». La teoría fue inicialmente propuesta en
1930 por el
escritor húngaro Frigyes Karinthy en un cuento llamado
Chains.