En la
mitología griega,
Tea,
Tía o
Teia (en
griego Θεια, también escrito
Thea,
Thia o
Theia), llamada también
Eurifaesa (Ευρυφαεσσα
Euryphaessa, ‘de amplio brillo’), era la
Titánide de la vista y por extensión la diosa que dotaba al oro, la plata y las gemas con su brillo y valor intrínseco.