El Tratado de Saint-Germain-en-Laye fue firmado el 10 de septiembre de 1919 entre las potencias aliadas vencedoras de la Primera Guerra Mundial y Austria. En este tratado se establecía de modo definitivo el desmembramiento de la antigua monarquía de los Habsburgo, el Imperio austrohúngaro, y en su lugar quedó reconocida la República de Austria como "estado sucesor", la cual quedó limitada a algunas zonas en las que se hablaba solamente el alemán.