El
valido fue una figura política (el
valimiento) propia del
Antiguo Régimen en la
Monarquía Hispánica, que alcanzó su plenitud bajo los llamados
Austrias menores en el
siglo XVII. No puede considerarse como una institución, ya que en ningún momento se trató de un cargo oficial, puesto que únicamente servía al rey mientras éste tenía confianza en la persona escogida.