El
año sin verano (también conocido como
año de pobreza,
el verano que nunca fue,
el año que no tuvo verano, y
Mil ochocientos y helados a muerte) fue en 1816, año que tuvo graves anomalías en el
clima de verano que causaron que disminuyera la temperatura mundial entre 0.4–0.7 °C (0.7–1.3 °F), teniendo como resultado una grave escasez de alimentos en el
hemisferio norte. Se cree que la anomalía fue causada por la combinación de una
histórica caída en la actividad solar con un
invierno volcánico, este último provocado por una serie de importantes erupciones volcánicas coronadas por la
erupción del monte Tambora de 1815, en las
Indias Orientales Neerlandesas (hoy
Indonesia), la erupción más grande conocida en 1300 años, que ocurrió durante las décadas finales de la
Pequeña Edad de Hielo, sumándose potencialmente al enfriamiento existente que viene produciéndose periódicamente desde el 1350 d. C.