La
absorción osmótica (o bien ósmosis) de las células se realiza en el momento que el
agua pasa de una zona de menor
concentración, como suele ser el exterior de la
célula, a una zona de mayor concentración de
solutos, como el
citoplasma de la célula, y arrastra con ella algunas
moléculas de tamaño pequeño, que son "absorbidas" por la célula.