Los
asdingos fueron un
pueblo germánico, más concretamente una ramificación de los
vándalos que se establecieron alrededor del
siglo II en el área actual de
Hungría,
Rumania,
Eslovaquia y
Polonia. A finales del
siglo III se unen a los
silingos e
invaden la
península ibérica en el
409. Después de firmar un
foedus con los
romanos reciben tierras en la
Gallaecia, el norte de
Portugal y la actual región
española de
Galicia. Gunderico, el rey de los asdingos, tras haber sido derrotado por los
suevos y los romanos en la
batalla de los montes Nervasos, se marcha con su ejército a la
Bética, donde se convierte en rey de ambas ramas de los
silingos y los
alanos, mientras que su reino en la Gallecia se incorpora al Reino suevo de
Hermerico.
Hidacio de Chaves en su crónica no dice cual fue el destino de la población del reino asdingo, si consiguió huir a la Bética o como era costumbre en la época, fue reducida a la esclavitud. Más tarde, el reino unido de los vándalos y alanos liderado por
Genserico se trasladó al
norte de África.