Los
alimentos fermentados son aquellos cuyo procesamiento involucra el crecimiento y actividad de
microorganismos como
mohos,
bacterias o
levaduras (hongos microscópicos). En esta categoría se encuentran el
yogur, el
miso, el
kimchi, el
chucrut y otros. Esta actividad de fermentación permite que los alimentos modifiquen su
sabor al mismo tiempo que aumentar su vida útil (permitiendo su conservación).