Se denominan
cañadas reales a aquellas
cañadas de uso tradicional en la
trashumancia en España, reguladas por edicto real de
Alfonso X el Sabio en 1273. Si bien los caminos trazados por las cañadas luego conocidas como
reales eran recorridos usados desde el antiguo por el
pastoreo trashumante, el decreto de Alfonso X perseguía la regulación, ordenación y protección de ciertos caminos que por su importancia, uso o ubicación merecían ser preservados de posibles violaciones. Así, junto con la creación del
Concejo de la Mesta, quedaron definidas las cañadas reales.