Una
caldera volcánica es una gran depresión, distinta de un cráter, causada por diferentes factores, como pueden ser el hundimiento de una cámara
magmática o por deslizamiento: se originan cuando un edificio volcánico aumenta mucho su altura respecto a su base, volviéndose inestable y desplomándose a favor de la gravedad como es el caso de
Las Cañadas del Teide en
Tenerife (
Islas Canarias,
España) . Más rara es la formación de una caldera por explosión freática, como es el caso de la
Caldera de Bandama en la isla también canaria de
Gran Canaria, producida cuando el magma basáltico ascendente encuentra en su camino un acuífero originando una explosión colosal al convertir al agua en vapor sometido a una enorme presión. Otro tipo de caldera es la producida por derrame de la lava en el
cráter hacia el exterior, de la que es buen ejemplo la
Caldera de Taburiente, situada en otra isla del archipiélago español de Canarias:
La Palma. Esta última caldera es la que ha servido como modelo a este tipo de estructuras volcánicas, aunque no resulta tan apropiado porque la caldera propiamente dicha resultó vaciada en poco tiempo por el derrame de la lava hacia el oeste.