El
calendario revolucionario soviético fue un tipo especial de
calendario utilizado en la
Unión Soviética de
1929 a
1940, con el propósito de incentivar la producción industrial sobre una base de cálculo racional del tiempo, evitar el descanso semanal simultáneo para todos los trabajadores, y dificultar la observancia de las viejas festividades
religiosas que habían sido tradicionales en el
Imperio Ruso.