El
contraste se define como la diferencia relativa en la intensidad entre un punto de una imagen. Un ejemplo simple es el contraste entre un objeto de
brillo constante sobre un fondo de un
brillo constante. Si ambas superficies tienen el mismo
brillo, el contraste será nulo y si el conjunto está en tonos de gris, el objeto será tanto física como
perceptiblemente indistinguible del fondo. Según se incrementa la diferencia en
brillo el objeto será perceptiblemente distinguible del fondo una vez alcanzado el
umbral de contraste, que se sitúa alrededor del 0,3 % de diferencia.