En la
Roma republicana y al comienzo del
Imperio, se conoció por
corona gramínea o
corona obsidional (en latín
corona obsidionalis o
corona graminea) a la máxima y más rara condecoración militar. Estaba reservada únicamente a los generales o comandantes que salvaban a un ejército entero. La corona se hacía con flores, hierbas y
cereales (de donde toma el nombre), incluyendo trigo, recogidos en el mismo
campo de batalla y trenzadas. Era otorgada por el propio ejército al general que lo había salvado.