En
física y
astronomía, el
corrimiento al rojo,
acercamiento hacia el rojo o
desplazamiento hacia el rojo (en inglés:
redshift), ocurre cuando la
radiación electromagnética, normalmente la
luz visible, que se emite o refleja desde un objeto es desplazada hacia el rojo al final del
espectro electromagnético. De manera más general, el corrimiento al rojo es definido como un incremento en la
longitud de onda de
radiación electromagnética recibida por un detector comparado con la longitud de onda emitida por la fuente. Este incremento en la longitud de onda se corresponde con un decremento en la
frecuencia de la
radiación electromagnética. En cambio, el decrecimiento en la longitud de onda es llamado
corrimiento al azul. Cualquier incremento en la longitud de onda se llama "corrimiento hacia el rojo", incluso si ocurre en radiación electromagnética de longitudes de onda no visibles, como los
rayos gamma,
rayos X y
radiación ultravioleta. Esta denominación puede ser confusa ya que, a longitudes de onda mayores que el rojo (p.ej.
infrarrojo,
microondas y ondas de radio), los "desplazamientos hacia el rojo" se alejan de la longitud de onda del rojo. Así que al hablar de frecuencias de ondas menores que el rojo continua significando que la longitud de onda tiende a alargarse y no a semejarse al rojo.