La
crisis migratoria en Europa, también conocida como
crisis migratoria en el Mediterráneo o
crisis de refugiados en Europa, es una
situación humanitaria crítica, que se agudizó en
2015, por el incremento del flujo descontrolado de
refugiados, solicitantes de
asilo, emigrantes económicos y otros
migrantes en condición de
vulnerabilidad, que en conjunto comparten las vías de
desplazamiento irregular hacia países de la Unión Europea. A fecha de 21 de diciembre de 2015, más de 1 006 000 personas habían entrado en Europa, de las cuales más de 942 400 habían solicitado asilo político. Por otra parte, 3406 personas habían muerto en el intento.