El
divorcio (del
latín divortium) es la disolución del
matrimonio, mientras que, en un sentido amplio, se refiere al proceso que tiene como intención dar término a una
unión conyugal. En términos legales modernos, el divorcio fue asentado por primera vez en el
Código Civil francés de 1804, siguiendo por cierto aquellos postulados que veían al matrimonio como una verdadera unión libre (para contraerlo basta el acuerdo libre de los esposos), y al divorcio como una necesidad natural; en este sentido, el divorcio moderno nace como una degeneración de un matrimonio vincular cristiano, siguiendo la lógica de la secularización de éste, teniendo por cierto raíces provenientes del
Derecho romano.