La
Edad del Bronce es el período de la
Prehistoria en el que se desarrolló la
metalurgia de
este metal, resultado de la
aleación de
cobre con
estaño. El término, que acuñó en
1820 el arqueólogo danés
Christian Jürgensen Thomsen para clasificar en
tres edades las colecciones de la
Comisión Real para la Conservación de las Antigüedades de Copenhague, sólo tiene valor cronológico en el Próximo Oriente y Europa, puesto que a la
metalurgia se llegó a través de procesos distintos en las diferentes regiones del mundo. Su estudio se divide en
Bronce Antiguo,
Bronce Medio y
Bronce Final. Aunque, generalmente, al
bronce suele precederle una
Edad del Cobre y seguirle una
Edad del Hierro, esto no siempre fue así: en el
África subsahariana, por ejemplo, se desarrolló la metalurgia del hierro sin pasar por las del cobre y bronce.