Un
fertilizante es un tipo de sustancia que contiene nutrientes en formas químicas solubles y asimilables por las raíces de las plantas, para mantener o incrementar el contenido de estos elementos en el
suelo. Las plantas no necesitan compuestos complejos del tipo de las
vitaminas o los
aminoácidos, esenciales en la
nutrición humana, pues sintetizan todo lo que precisan; solo exigen una docena de elementos químicos que deben presentarse en una forma que la planta pueda absorber. Dentro de esta limitación, el
nitrógeno, por ejemplo, puede administrarse con igual eficiencia en forma de
urea,
nitratos, compuestos de amonio o
amoníaco puro.