Juegos tradicionales son los
juegos infantiles clásicos o
tradicionales, que se realizan sin ayuda de
juguetes tecnológicamente complejos, sino con el propio
cuerpo o con recursos fácilmente disponibles en la
naturaleza (
arena, piedrecitas, ciertos huesos como las
tabas, hojas, flores, ramas, etc) o entre objetos caseros (cuerdas, papeles, tablas, telas, hilos, botones, dedales, instrumentos reciclados procedentes de la cocina o de algún taller, especialmente de la costura). También tienen la consideración de tradicionales los juegos que se realizan con los juguetes más antiguos o simples (
muñecos,
cometas,
peonzas,
pelotas,
canicas,
dados, etc.), especialmente cuando se autoconstruyen por el
niño (caballitos con el palo de una escoba,
aviones o barcos de papel,
disfraces rudimentarios, herramientas o armas simuladas); e incluso los
juegos de mesa (
de sociedad o
de tablero) anteriores a la
revolución informática (
tres en raya,
parchís,
juego de la oca,
barquitos etc.) y algunos
juegos de cartas.