El término
kerigma proviene del
griego κήρυγμα ('anuncio', 'proclamación') y significa 'proclamar como un emisario'. Se trata de un
género literario bíblico de sesgo
oratorio que actualmente podría estar representado como el anuncio de una buena noticia. Esta palabra se aplica a la proclamación de los cristianos que se inicia poco después de la muerte de
Jesús de Nazaret, hacia el año
30.