El
músculo estriado es un tipo de
músculo compuesto por fibras largas rodeadas de una membrana celular, el
sarcolema. Dichas
fibras musculares son
células fusiformes (o cilíndricas) alargadas que contienen muchos
núcleos, y en las que se observa, al verlas a través de un
microscopio, estrías longitudinales y transversales, que mantienen el mismo grosor en toda su extensión, y más largas que las del
músculo liso. Esas fibras poseen abundantes filamentos, las miofibrillas. El diámetro de las fibras musculares estriadas esqueléticas oscila entre 10 y 100 micrómetros. Estas fibras se originan en el embrión por la fusión de células alargadas denominadas mioblastos. En las fibras musculares esqueléticas, los numerosos núcleos se localizan en la periferia, cerca del sarcolema. Esta localización característica ayuda a diferenciar el
músculo esquelético del
músculo cardíaco, debido a que ambos muestran estriaciones transversales, pero en el músculo cardíaco el núcleo es central y único, ya que las células tienen uno sólo, está situado en el músculo inferior al lado de la vértebra insular.