Las
patatas bravas —denominadas también
patatas a la brava o
papas bravas— son unas
patatas cortadas en forma de dados irregulares de unos tres centímetros de tamaño aproximadamente y que están
fritas en
aceite y acompañadas de una
salsa picante, denominada
salsa brava, que se vierte sobre las patatas sirviéndose todo el conjunto caliente, y con salsa
ajoaceite o
allioli en valenciano, en la mayor parte de la costa mediterránea y como contraste y refuerzo del sabor picante. Es un plato tradicional en la mayor parte de las regiones de
España, donde suele tomarse acompañado de
cerveza o
vino, servido como una ración que contiene aproximadamente un cuarto de kilo de patatas, o como una
tapa o
aperitivo. La denominación «bravas» hace alusión a la fortaleza del picante que posee esta salsa. Suele considerarse una de las tapas más baratas debido al bajo coste de sus ingredientes y, además, es apta para los
vegetarianos.