El
saqueo, también llamado
pillaje, es la toma o el
apoderamiento ilegítimo e indiscriminado de bienes ajenos: por la fuerza, como parte de una victoria política o militar; en el transcurso de una
catástrofe o tumulto, como en una
guerra, o bien pacíficamente, aprovechando el descuido o la falta de vigilancia de bienes. La palabra designaba originalmente al
asalto de villas, pueblos y ciudades, no solamente en situación de conflicto, sino también por parte de los mismos miembros de la comunidad. Por saqueo o
expolio arqueológico y artístico, por otra parte, se entendía bien el reparto del
patrimonio artístico y
cultural del
clero católico llevado a cabo durante las
desamortizaciones del
siglo XIX o bien el saqueo de los
yacimientos arqueológicos por parte de profesionales con fines de
lucro o por inexpertos
coleccionistas de mercancías llegadas a la costa en los
naufragios.