Un
prado es una tierra llana o de relieve suave, húmeda o de
regadío, en la cual crece la
hierba con el fin de generar
pasto para el
ganado y forraje para conservar, cuando hay producción sobrante. Por lo general los prados mesofíticos crecen en regiones húmedas y no muy frías, en las que apenas existe sequía, bajo el dominio de los bosques caducifolios o aciculifolios. Los prados forman
ecosistemas creados como consecuencia de la actividad humana consistente en una economía rural basada en la
ganadería, manteniendo la vegetación en un estado de subclímax, gracias a la alternancia de siega y
pastoreo; estas actuaciones alternantes se complementan frecuentemente con otros cuidados como
enmiendas calizas, o
fertilización orgánica o mineral.