En términos de
ingeniería civil, se denomina
puente atirantado a aquel cuyo tablero está suspendido de uno o varios pilones centrales mediante
obenques. Se distingue de los
puentes colgantes porque en éstos los cables principales se disponen de pila a pila, sosteniendo el tablero mediante cables secundarios verticales, y porque los puentes colgantes trabajan principalmente a tracción, y los atirantados tienen partes que trabajan a tracción y otras a compresión. También hay variantes de estos puentes en que los tirantes van desde el tablero al pilar situado a un lado, y de ahí al suelo, o bien están unidos a un único pilar como el
Puente del Alamillo en
Sevilla.