En
informática, el
acrónimo RAID (del
inglés Redundant Array of Inexpensive Disks o, más común a día de hoy,
Redundant Array of Independent Disks), traducido como «conjunto redundante de discos Independientes», hace referencia a un
sistema de almacenamiento de datos en tiempo real que utiliza múltiples unidades de almacenamiento de datos (
discos duros o
SSD) entre los que se distribuyen o replican los
datos. Dependiendo de su configuración (a la que suele llamarse «nivel»), los beneficios de un RAID respecto a un único disco son uno o varios de los siguientes: mayor
integridad, mayor
tolerancia a fallos, mayor
throughput (rendimiento) y mayor capacidad. En sus implementaciones originales, su ventaja clave era la habilidad de combinar varios dispositivos de bajo coste y tecnología más antigua en un conjunto que ofrecía mayor capacidad, fiabilidad, velocidad o una combinación de éstas que un solo dispositivo de última generación y coste más alto.